domingo, 22 de junio de 2008

Que loco que pase esto...

Ocurrió en 6to año de la secundaria, hace mas de 15 años...

Cerca de fin de año, un compañero de división no vino mas...a la semana nos cuenta nustro preceptor que lo encontraron en una avenida del barrio, gritando frases sin sentido, caminado erraticamente con la mirada perdida, y las manos terriblemente quemadas, fue internado en un neurosiquiatrico y por lo que sé todavía continua allí...

Lo llamaré Javier B., su historia fue poco mas que particular.

Javier era uno de los mas inteligentes de la división, creo que la persona mas inteligente que conocí. ÉL no estudiaba, si era algo que había que leer lo leia una vez un rato antes del exámen, y si se trataba de matemáticas o física tenia un conocimiento natural, parecía que el ya sabía todo, en clase leia otras cosas porque se aburría muchísimo.

No era muy querido, era mas bien solitario e irritable, no se metía en nuestras bromas y nos trataba como a tontos y de alguna manera imponia respeto, ya que nadie lo molestaba.

Los primeros años le discutia a los profesores y los hacia quedar como idiotas, despues... ni eso hacia, vivia encerrado en su mundo. Un hecho que marcó este cambio de actitud fue la muerte de su madre...

Yo fui un tiempo alguien con quien él hablaba...creo que porque no me acercaba a él por interés, para que me ayude con las materias como hacian otros (era un secundario bastante exigente).

Javier estaba muy interesado en lo sobrenatural, creia en el uso de las fuerzas físicas de la naturaleza desde un orígen matemático y en la posibilidad de abrir distintas "puertas" mediante invocaciones secretas...

Javier decía que el secreto de estas "puertas" se encontraba en las matemáticas, que lo que en otros tiempos se llamó "alquimia" tiene toda una base científica, que hasta los físicos y quimicos de hoy desconocen.

Tercer año fue un tiempo de apertura para él, al principio estaba muy taciturno, se encerraba a leer largo tiempo en la biblioteca, y en clase se lo veía con extraños y viejos libros. Cierta vez desapareció por 3 días, despues nos enteramos que se la pasó en la biblioteca nacional. Cuando volvió a clase se lo veia radiante, mas abierto a los demas, un cambio radical...le pregunté que le pasaba y me dijo sonriendo "lo resolví" y me guiño un ojo, despues no quiso decirme mas.

En otra ocasión mencionó a ciertos seres de luz que lo visitaban y que lo estaban acercando a la verdad, y que la verdad está en los números..."hay tanto amor en los números", decia..., y ciertamente lo demostraba, ya que su actitud hacia los demas se volvió no solo abierta sino también colaborativa, reunia en los recreos a los alumnos con dificultades y les enseñaba, daba clases de apoyo para que pudiesen aprobar las materias.

Asi fue pasando el tiempo hasta que en la mitad de cuarto año ocurrió lo de su madre, no se sabe que ocurrió en realidad, pero hubo una especie de problema elécrico en la zona, a raiz de una gran tormenta, que produjo un enorme apagón.

Parece ser que un rayo cayó en su casa, ellos vivían en el piso 7, en un edificio en Colegiales. Vivía Javier solo con su madre (su padre murió cuando era chico). Muchos de los objetos plasticos y hasta algunos metálicos se derritieron, había enormes manchones negros en las paredes, la instalación eléctrica se derritió casi toda, como si los cables hubiesen actuado como enormes fusibles, se cortó la luz en un radio de 10 manzanas, y en el edificio la instalación eléctrica también colapsó.

Encontraron a su madre muerta por shock electrico, parcialmente quemada, y a Javier inconsciente. Los vecinos dicen que sintieron como una explosión, pero varios testigos dicen que primero se cortó la luz y despues vino la explosión, con diferencia de segundos, lo cual no es del todo lógico.

Un vecino quedó seriemante trastornado por el evento, era el del departamento de abajo. Su relato apareció en el diario al otro día, fue asi: "Estaba mirando la televisión cuando de repente se fué la luz...pero no pareció un apagón normal, sino que fue como si una oscuridad muy densa y opresiva lo hubiese invadido todo, comencé a escuchar aullidos, gritos terribles, gemidos desgarradores...estaban por todos lados y se movian como si danzaran a mi alrededor... no se veia nada...de pronto comencé a sentir un olor espantoso y penetrante como, de combustión de algúna materia nauseabunda, me descomponía...y de repente se me comenzaron a erizar los pelos de todo el cuerpo, los gritos se unificaron y se transformaron en un unico aullido cada vez mas agudo y atronador...entonces ocurrió una explosión y no sentí nada mas...". Este vecino murió a los 20 días de haber sido internado, todavía afectado por el shock.

Javier estuvo 2 meses internado, y luego volvió a clases, cambiado totalmente, serio, taciturno, no hablaba con nadie, y en todo demostraba una misma apatia. Era una sombra andante...

Cierta vez lo encontré llorando en la biblioteca, estaba como rezando y llegué a distinguir la frase "...perdoname fue culpa mía...", ni bien me vió, se levantó, me miró con odio y se fue...

Estuvo así mas de un año, casi a fin de quinto año fue como si se hubiese despertado de golpe, comenzó frenéticamente a estudiar y a encerrarse con sus libros e investigaciones, pero estaba mas encerrado en si mismo que antes si esto era posible. Era presa de una agitación frenética, no paraba de investigar.

En sexto año comenzó a armar un extraño aparato eléctrico, el lo hizo pasar como un trabajo final que todos teníamos que hacer. Dijo que era un aparato de transmisión por microondas. De todas maneras podría haberlo sido, ya que era muy extraño. Lo armaba en un taller que no se usaba, que estaba en un primer piso.

Era como un tablero con una serie de circuitos adosados a una carcasa, de la que sobresalían cuatro enormes bobinas de unos 30 cm cada una y 10 de diámetro. Tenía una placa de bronce en un costado y un cablerío infernal. Tres veces hizo saltar la térmica del colegio, una vez derritió un tablero de alimentación de los laboratorios. No lo echaron porque, no solo pagó los daños, sino que prometió hacer una exposición a fin de año, y de alguna manera convenció al profesor Carlos K. de electromecánica, que era un aparato genial.

En otra ocasión lo llamaron porque un ordenanza que hacía limpieza dice que aseguraba haberlo visto hablando con un fantasma: "hablaba con una cosa medio transparente, a la que le faltaba media cara" fue lo que le escuchamos decir. El tipo hizo un pequeño escándalo y le terminaron dando licencia, obviamente ninguno le creyó.

Hacia fines de octubre el equipo desapareció, y con el Javier, suponemos que se lo llevó, y solo volvimos a saber de él a través de lo que nos contó nuestro preceptor.

Nadie supo bien que pasó, pero en el verano de ese año, estando el colegio vacio, se incendió ese laboratorio, sin razón aparente. Los bomberos entraron y buscaron entre los escombros ya que los vecinos dijeron que a través de los ventanales del primer piso vieron a 2 personas como tomadas de las manos en la habitación en llamas.

Aunque no encontraron nada...Nunca sabremos si finalmente Javier encontró algo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo lo conocí...y no se llamaba Javier, y el mes pasado escapó del neurosiquiatrico Arkam...

Anónimo dijo...

Bien negro, bien...
Que siga la producción
que está muy entretenida la cosa.

El Dr.Panttone